De casi perder la vista a ser Campeón del Mundo Sub-17 en 2005: así fue la historia de superación de Heriberto Beltrán
Heriberto Beltrán fue uno de los jóvenes jugadores que formó parte de la Selección Mexicana Sub-17 que ganó el primer título mundial en la historia del país.
El 2 de octubre de 2005 es una fecha grabada en la memoria del fútbol mexicano. Ese día, un grupo de jóvenes desafió al gigante Brasil en la Final del Mundial Sub-17 y conquistó el primer título mundial para el país.
Entre ellos estaba Heriberto Beltrán, un delantero cuya historia personal de resiliencia hace que esa hazaña sea aún más extraordinaria.
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A dos meses de perder la vista
Dos años antes de levantar la copa en Lima, Perú, el futuro de Beltrán en el fútbol, y su vista, estuvieron en grave peligro. A mitad de su proceso con las selecciones menores y siendo titular, sufrió una lesión que requirió un trasplante de córnea.
La situación era crítica: estaba a solo dos meses de perder la vista si no se sometía a la operación.
El camino de vuelta a las canchas fue largo y doloroso. La cirugía, que duró más de tres horas, fue solo el comienzo de una recuperación que lo mantuvo alejado del balón durante un año y tres meses.
Durante ese tiempo, Beltrán no podía realizar actividades tan básicas para un futbolista como saltar, ya que corría el riesgo de que la sutura interna de su ojo se desprendiera.
Fue un golpe anímico muy fuerte, pero el apoyo de su familia y del Club Pachuca, incluyendo a Andrés Fassi, fue fundamental para no bajar los brazos.
“Yo le diría que es un fregón (al Heriberto del pasado), que bueno que nunca bajó los brazos, año y medio (antes) sufrí una lesión de trasplante de córnea, estuve a dos meses de perder la vista si no me operaban, a mitad del proceso, como titular, me sucedió eso”.
La llamada de Hugo Sánchez: un presagio de la victoria
Superada esa prueba, Beltrán no solo regresó al fútbol, sino que se ganó un lugar en el equipo que haría historia.
Ya en la final, justo antes de enfrentar a Brasil, el equipo recibió una dosis extra de inspiración que, según el propio Beltrán, fue un presagio del triunfo.
A minutos de salir al campo del Estadio Nacional de Lima, los jugadores fueron sorprendidos por una llamada inesperada: era Hugo Sánchez, el máximo referente del fútbol mexicano.
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El impacto de escuchar al "pentapichichi" fue inmediato y profundo. Para Beltrán, ese fue el momento en que pensó: "Será de nosotros".
“Nos juntan a todos y de repente nos dicen, los quieren saludar y en la llamada escuchamos: ‘Hola niños’, era Hugo Sánchez y que alguien así te llame minutos antes de una Final, el máximo jugador en la historia de México, nos llenó de adrenalina, titulares, en la banca, salimos con toda esa energía”.
Aunque la adrenalina del momento hace difícil recordar cada palabra, el mensaje del histórico delantero caló hondo en el equipo. Les pidió que jugaran sintiendo el "amor por nuestra patria" y que confiaran en su talento.
Esa llamada, combinada con la increíble fuerza de voluntad de jugadores como Heriberto Beltrán, forjó el carácter de un equipo que demostró que, con dedicación, creer es el primer paso para conseguir la gloria.
SE VALE SOÑAR ????????????
— MedioTiempo (@mediotiempo) September 30, 2025
México sabe lo que es coronarse y vencer a selecciones poderosas en categorías inferiores, recordamos el 11 con el que la Selección Mexicana goleó 3-0 a Brasil en la final del Mundial Sub-17 en el 2005 ????????
Hoy la Selección Sub-20 está compitiendo en el Mundial… pic.twitter.com/xcrmugM2J3
DR
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