¿Qué necesita Nuevo León para independizarse de México? Esto dice la Constitución
La idea de que Nuevo León, un estado destacado de la República Mexicana por su economía y sus índices de Desarrollo Humano, se separe del país ha cobrado fuerza entre sus habitantes en tiempos modernos.
En un México donde la unidad nacional es un pilar inamovible, la idea de que Nuevo León, con su pujante economía y más de 5.7 millones de habitantes, pueda separarse de la Federación suena más a especulación que a realidad.
Sin embargo, la pregunta persiste: ¿qué pasos legales tendría que seguir el estado regiomontano para lograrlo? La respuesta está en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (CPEUM), un documento que, lejos de facilitar la secesión, la convierte en un proceso prácticamente inalcanzable.
- Te recomendamos Líneas 4 y 6 del Metrorrey tendrán conexión con tren Saltillo-Nuevo Laredo, asegura Samuel García Comunidad

En su Artículo 2, la Carta Magna declara que la nación es "única e indivisible", un principio que refuerza la unión de los 32 estados, incluyendo la Ciudad de México como un todo inquebrantable.
Para que Nuevo León siquiera planteara la separación, tendría que navegar un complejo camino lleno de requisitos legales que exigen un consenso nacional extraordinario, elaborado para proteger la integridad territorial del país.
¿Cómo podría Nuevo León separarse de México?
El proceso comenzaría en el ámbito local. La legislatura de Nuevo León, amparada en el Artículo 116, que garantiza la autonomía estatal en asuntos internos, podría impulsar una resolución o consulta para expresar la intención de separarse.
Sin embargo, esta acción carecería de validez jurídica sin el respaldo federal, ya que el Artículo 35, fracción VII, limita las consultas populares a temas que no afecten la estructura constitucional de la nación.
La secesión, al tocar la soberanía y la composición territorial, excede este marco. Por tanto, el siguiente paso sería escalar la propuesta al Congreso de la Unión , donde se presentaría una iniciativa de reforma constitucional, según el Artículo 71.
Esta podría venir del presidente de la República, en un tercio de los miembros de la Cámara de Diputados o del Senado (167 de 500 diputados o 43 de 128 senadores), o en al menos 22 de las 31 legislaturas estatales, excluyendo a Nuevo León. Este umbral refleja la dificultad de avanzar sin un apoyo político masivo.
La aprobación de la reforma requeriría una mayoría calificada en ambas Cámaras del Congreso, conforme al Artículo 135: al menos 334 de 500 diputados y 86 de 128 senadores presentes en la votación.
Este proceso, que incluye discusiones en comisiones como la de Puntos Constitucionales y al menos dos lecturas en cada Cámara (Artículo 72), asegura un escrutinio exhaustivo.
- Te recomendamos Refrescos, cigarros y videojuegos violentos subirán de precio: Hacienda propone Impuestos Saludables Nacional

Pero el camino no termina ahí. La reforma debe ser ratificada por al menos 17 de las 31 legislaturas estatales, un paso que garantiza que la decisión refleje la voluntad de la mayoría de la Federación.
Coahuila, Tamaulipas y San Luis tendría que aprobar independencia de Nuevo León
En este escenario, los Congresos de los estados vecinos como Coahuila, Tamaulipas y San Luis Potosí tendrían un peso relevante, ya que el Artículo 76 exige su consulta para cualquier cambio territorial que afecte límites, como establece el Artículo 42, que define el territorio nacional.
Por analogía, el Artículo 73, fracción III, ofrece un marco para evaluar la viabilidad de una entidad independiente. Este artículo, que regula la creación de nuevos estados, exige una población mínima de 120 mil habitantes, un requisito que Nuevo León cumple con creces, y la existencia de instituciones políticas sólidas, como un gobierno estatal funcional.
Pese a esto, el proceso está pensado para divisiones internas dentro de la Federación, no para salidas de ella, lo que refuerza la barrera legal contra la secesión.
SCJN podría frenar separación de Nuevo León
Una vez aprobada la reforma, el decreto se publicaría en el Diario Oficial de la Federación (DOF), entrando en vigor de inmediato o en la fecha estipulada, según el Artículo 135. No obstante, la Suprema Corte de Justicia de la Nación podría intervenir bajo el Artículo 105, fracción I, si se presentan controversias constitucionales, especialmente por violar el principio de indivisibilidad.
Más allá de los requisitos formales, la separación implicaría desafíos adicionales no regulados directamente en la Constitución.
Por ejemplo, dividir los activos y deudas federales requeriría acuerdos bajo leyes secundarias como la Ley de Deuda Pública.
Independencia de Nuevo León obligaría a renegociar T-MEC
Asimismo, el Artículo 133, que incorpora los tratados internacionales al marco legal mexicano, sugiere que la secesión obligaría a renegociar acuerdos como el T-MEC, un proceso que depende del Ejecutivo federal (Artículo 89).
Obtener reconocimiento internacional como una nueva entidad soberana sería otro obstáculo, ya que la Ley de Relaciones Exteriores no contempla la fragmentación del país. Cualquier intento unilateral de separación, sin seguir este proceso, sería considerado anticonstitucional y carecería de efectos legales.

La separación de Nuevo León demandaría una reforma constitucional de alcance histórico, con mayorías calificadas en el Congreso y el respaldo de la mayoría de los estados, un consenso casi imposible en un sistema diseñado para preservar la unidad.
La Constitución, creada tras un siglo de luchas por la estabilidad, no deja espacio para la separación sin desmantelar los cimientos de la Federación. Mientras Nuevo León prospere dentro del marco federal, la idea de una "independencia" seguirá siendo un ejercicio teórico, lejos de la realidad.
Sigue a Titularia Monterrey en WhatsApp Channels
cog
- Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de TELEDIARIO; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
-