El paso del tifón ha llevado a que las autoridades anunciaran la suspensión de todas las operaciones en el aeropuerto Ninoy Aquino, en Manila, lo que provocó la cancelación de cientos de vuelos.
Ante la llegada de la tempestad, que el lunes pasó de tormenta tropical severa a tifón, las provincias más septentrionales comenzaron a sufrir lluvias y vientos fuertes.
Entre las víctimas estaban un padre y su hijo, golpeados por rocas en un desprendimiento que cayó sobre su pequeña granja en la afectada provincia de Cotabato Norte.