El pequeño de apenas 13 años, se adentró en su casa que estaba en llamas para salvar a su mascota, pero las quemaduras que el siniestro le causó fueron fatales.
Al dueño de la mascota, no sólo lo amenazaron por teléfono, sino que lo citaron en tres lugares distintos para cobrar el dinero ante la sospecha de una intervención de la policía.