Tras una errada temporada en Europa, el delantero portugués buscará reencontrar el camino con el cuadro inglés durante la recta final de la Premier League y la siguiente en la Champions.
El club inglés tiene prohibido vender entradas y no puede gastar más de 20.000 libras (26.000 dólares) por desplazamiento en los partidos fuera de Stamford Bridge.