El Servicio Sismológico Nacional dio a conocer que el movimiento tuvo una profundidad de 23 kilómetros; el Centro de Alerta de Tsunamis de la Semar notifica que no se espera la generación de un tsunami.
El césped seco dificultó la viveza y rapidez necesaria en el juego de profundidad, lo que fue en detrimento de las acciones de ataque por parte de ambos conjuntos.
Con el fuerte golpe perdió el control y se salió de la cinta asfáltica para caer al barranco con profundidad de 50 metros, lo que dio lugar al incendio.