Familiares y amigos de la fotoperiodista Berenice Giles le dieron el último adiós, pidiendo a las autoridades que pongan el peso de la ley para evitar que este hecho se vuelva a repetir.
La víctima recibió atención médica en hospital particular de la ciudad de Durango, donde se contaba con un diagnóstico de estable, aunque en consideración grave.
El día lunes, la afectada iba a ser 'detenida' por unas personas que dijeron ser de la Fiscalía en camionetas sin logo, pero padres de familia no lo permitieron.