Entre los planes para desarrollar este robot sexual se encuentran también algunas aplicaciones puntuales para satisfacer las demandas de sus futuros usuarios.
El multimillonario precisó que se trata de "su mejor oferta y de su última oferta", y amenaza, en caso de rechazo, con "reexaminar su posición de accionista" en el seno de la red social.
Musk tiene ahora una participación del 9 por ciento en Twitter, lo que plantea dudas sobre cómo podría tratar de influir en la plataforma de medios sociales como accionista mayoritario.