La Fiscalía de la Ciudad de México aseguró un inmueble en el que presuntamente se producía refresco sabor cola falso; éste era comercializado en puestos de comida.
Para saciar la demanda nacional y de Estados Unidos, el crimen organizado facilitó el trasiego de toneladas de coca en menos de 20 días a nuestro país.
Con submarinos, lanchas y avionetas, el capo Alexander Cifuentes llevaba coca de Tumaco a Mazatlán tras pactar con el ex secretario de Seguridad un blindaje a la “mercancía” como parte del negocio de 520 millones de dólares.