En el anuncio sorpresa hecho durante su mensaje al mediodía del domingo, Francisco afirmó que el día se iba a celebrar el cuarto domingo de julio de cada año en las comunidades católicas de todo el mundo.
El líder de la Iglesia católica se sumó a la lista de personalidades que rechazan la violenta irrupción de seguidores de Donald Trump en el Congreso de ese país.
El papa Francisco señaló que adorar al Señor no es fácil, no es un hecho inmediato: exige una cierta madurez espiritual y acotó que "La actitud de adorar a Dios no es espontánea en nosotros".